Para entender su funcionamiento, debemos partir de las libertades básicas. Nuestra Constitución es de corte liberal y ello se refleja en la libertad de expresión, la libertad de trabajo y profesión, etc. En este caso, hablamos del libre desarrollo de la personalidad.
¿Cómo reafirmar tu valor como individuo? Viviendo bajo tus propios valores, deseos y plan de vida; claro, siempre y cuando no se afecte a terceros. Ningún derecho es absoluto. En ese sentido, se ha entendido que el consumo de cannabis lo tutela el libre desarrollo de la personalidad. Tal y como sucede con el alcohol, el café y el té.
Es cierto, si hablamos de cómo afectan, estas sustancias no se pueden comparar. Lo cierto es que la Suprema Corte de Justicia, con base en evidencia científica, concluyó que el daño causado por el cannabis no amerita su prohibición absoluta. Esto conllevó a declarar como inconstitucional un par de artículos de la Ley General de Salud, los cuales prohibían el uso lúdico de marihuana.
Para consumir cannabis no requieres de un permiso. Pero sí para transportarla, plantar y cultivar SIN QUE LA AUTORIDAD PUEDA INTERFERIR, siempre y cuando sea para uso personal. Ese permiso sanitario lo otorga COFEPRIS, pues ya no hay ley que justifique denegarlo.
Un permiso sanitario es lo mejor para evitar actos indebidos de molestia (incluyendo a la policía). Es una manera efectiva de ejercer tus derechos y proteger tu patrimonio. Acércate a Honorem LEGAL, nuestros especialistas podrán ayudarte.
Confíe en nuestros especialistas. Permita que la experiencia y dedicación de Honorem se ocupen de sus contratiempos.
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